El estrés y la salud bucodental

El estrés forma parte de la vida diaria: trabajo, estudios, responsabilidades familiares, incluso situaciones inesperadas. Aunque solemos asociarlo con dolores de cabeza, insomnio o fatiga, pocas veces pensamos en el impacto que tiene en nuestra boca. Sin embargo, la salud bucodental puede resentirse de manera significativa cuando los niveles de estrés son altos.

A continuación, te contamos cómo el estrés afecta a tus dientes y encías, y qué puedes hacer para proteger tu sonrisa.

  1. Bruxismo: rechinar los dientes sin darte cuenta.

El bruxismo es uno de los problemas más frecuentes relacionados con el estrés. Consiste en apretar o rechinar los dientes, generalmente de forma inconsciente durante la noche.
Esto puede provocar:

  • Desgaste del esmalte dental.
  • Dolor en la mandíbula.
  • Dolores de cabeza y cuello.
  • Mayor sensibilidad en los dientes.

Si notas que te despiertas con tensión en la mandíbula o dolor de cabeza, podría ser una señal de bruxismo.

  1. Enfermedades de las encías.

El estrés debilita el sistema inmunológico, lo que dificulta que el cuerpo combata bacterias. En la boca, esto se traduce en un mayor riesgo de gingivitis y periodontitis (inflamación y sangrado de encías).
Además, quienes están sometidos a mucho estrés suelen descuidar hábitos de higiene oral, lo que agrava la situación.

  1. Llagas y aftas bucales.

Las aftas o úlceras en la boca pueden aparecer en momentos de tensión. Aunque no son graves, resultan muy molestas y dolorosas, especialmente al comer o hablar. Se relacionan con la bajada de defensas y los cambios hormonales que provoca el estrés.

  1. Boca seca.

El estrés también puede alterar la producción de saliva, provocando sensación de boca seca (xerostomía). Esto no solo genera incomodidad, sino que aumenta el riesgo de caries y mal aliento, ya que la saliva actúa como protección natural frente a bacterias.

Consejos para proteger tu sonrisa en tiempos de estrés

  • Mantén tus hábitos de higiene: cepíllate al menos dos veces al día y usa hilo dental.
  • Cuida tu alimentación: evita el exceso de azúcar y bebidas estimulantes como el café, que pueden intensificar el bruxismo.
  • Busca técnicas de relajación: yoga, meditación o ejercicio físico ayudan a reducir la tensión.
  • Visita a tu dentista regularmente: puede detectar a tiempo los efectos del estrés en tu boca y recomendar tratamientos como férulas de descarga para el bruxismo.

Conclusión

El estrés no solo afecta tu bienestar general, también puede dejar huella en tu sonrisa. Detectar a tiempo sus efectos y mantener una buena rutina de cuidado dental es clave para evitar complicaciones.

Si notas dolor en la mandíbula, sangrado de encías o llagas frecuentes, no lo dejes pasar. En Clínicas Family podemos ayudarte a cuidar tu salud bucodental ante el estrés.



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